Era salvajemente cuerdo,
de una insolencia adictiva,
la pugna entre titanes
jamás nos fue permitida,
por éso... Y más,
luchábamos contra nosotros mismos
en una guerra perdida.
... Y ese olor a tierra... ¡Dios!
Carme López
de una insolencia adictiva,
la pugna entre titanes
jamás nos fue permitida,
por éso... Y más,
luchábamos contra nosotros mismos
en una guerra perdida.
... Y ese olor a tierra... ¡Dios!
Carme López
Comentarios
Publicar un comentario