Me avergoncé de mí,
por creer en la luz de la luna
donde se escondía tu neón
i tras el halo de la belleza
humeaba un Cohibas de dudosa marca.
Me avergoncé por no tener un pasado
con muescas en mi pitillera,
ni mi sudor en aquella pensión de mala nota
ni la garganta rota de tanto ron.
Me avergoncé de mi pasado de espinas de rosas
y no de raspas de peces de colores.
Me avergoncé de mi blanca cobardía
que se convirtió en guillotina bajo el influjo
de la cara oculta de la luna.

Carme López
(Sentiments Trencats)



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