Dibujé una puerta con versos
para poder escapar
y abrirme en canal abortando el monstruo
que no me dejaba engendrar
y zurcí mis entrañas al grito de hembra salvaje
para acallar el zumbido de falsos evangelios.
Lloré sangre hasta ser manantial
y me sumergí en ella para sentir
el vacío, la nada, la inmortalidad
del instante creador sin oxígeno
para aprender de nuevo a respirar.
Afloré y luché con uñas y dientes
hasta la saciedad desde saberme mía
y aprendí a volar imaginando las alas
que aún así me quisieron amputar.
Pero mi mente era poema de rima libre,
imparable, indestructible.
Ya no había vuelta atrás,
el retorno perdió el camino.
la vida comenzaba ya.

Carme López
(Sentiments Trencats)

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